Monday, October 16, 2006


Sergio Miguel León Morales


Ajenos a banderías y a los rencores del oposicionismo a ultranza, el nutrido grupo de ciudadanos de todas las clases sociales que esperaban votar ayer en la sección 0377 del Distrito Electoral V corrieron la cortesía a Andrés Granier y a su familia para que sufragaran sin hacer mayor fila, detalle civilizado y plausible que no pasó desapercibido para el blindaje de Prensa que acompañó al candidato a la gubernatura.

“¡Gracias, vecinos, muchas gracias!” les expresó un emocionado Andrés Granier, quien supo darse tiempo para atender bajo la lluvia solar del domingo una serie de entrevistas para los medios impresos y electrónicos que lo siguieron hasta la colonia Pensiones, pequeña urbe clasemediera donde se instala tradicionalmente la casilla electoral donde vota la familia Granier Calles.

La semana inició con un airecillo veleidoso que hizo presumir algo de fresco para la jornada electoral, y al filo de las nueve y media de la mañana densos nubarrones que presagiaban mal tiempo desaparecieron en el firmamento para dar paso al sol tropical que quemaba y se oía al caer.

Sin importar que en una humedad ambiente superior al noventa por ciento los mantenía a baño maría, cientos de votantes pasaron a la casa de Andrés Granier a saludarlo, en la calle Mario Brown, de la colonia Tamulté, y lo esperaron para llegar juntos a las urnas del sufragio.

A las 10:40 horas el candidato llegó a la esquina que forman las calles Carlos Fidias Sáenz y Manuel Antonio Romero, en la colonia Pensilones, donde en la que fuera casa del extinto magistrado Vicente Gallegos González, se instaló la sección electoral que recogió la voluntad ciudadana en la zona.

Mientras Granier era prácticamente asaltado por una impresionante nube de reporteros -a los que el sol les hace los mandados-, la familia del candidato bajo de un automóvil alterno y de manera discreta se mezclaron entre la ciudadanía que esperaba turno para obtener sus boletas y manifestar su voluntad.

Imposible rescatar al candidato de las grabadoras y cámaras; imposible que la señora María Teresa Calles de Granier y sus hijos Paulina, Mariana y Fabián pasaran desapercibidos por la multitud que de las colonias cercanas llegaron a Pensiones a votar y a saludar al candidato más popular de la contienda.

Cuando las respuestas de Granier pagaron el rescate a los reporteros, el candidato se integró a la multitud ciudadana y atendió saludos y buenos deseos de todos lados. El aspirante lucía fresco, ataviado con pantalones y zapatos en color café y camisa de mangas cortas en igual tono, a rayas marrón y verde.

Luego que la cortesía instalara a los Granier Calles al interior de la casa donde se instaló la casilla, el candidato cumplió su compromiso cívico en quince minutos, lapso en el que los cinco miembros de la familia depositaron cada uno tres boletas en igual número de urnas para elegir gobernador del Estado, diputados al Congreso local y regidores en los 17 Ayuntamientos.

Mientras en la casilla se cumplía el ritual constitucional para fortalecer la democracia, en la calle Carlos Fidias Sáenz la ciudadana Beatriz Gallegos, de filiación opositora al Pri, descubrió e insultó a un adolescente que paseaba por el parque de la colonia portando una playera que lucía el nombre impreso de Roberto Madrazo.

El hecho encolerizó a la dama, quien profirió algunos insultos y prometió que lo que llamó promoción política a favor del Pri sería consignado en el acta respectiva al término de las comicios en la zona.

Nadie le hizo caso y todos fueron a despedir a los Granier a sus vehículos. Eran más de las once de la mañana y aún no habían desayunado, aunque el candidato refirió que estaba lleno de emoción al poder comprobar de manera personal y a través de informes cómo el pueblo tabasqueño lo estaba apoyando para hacerlo gobernador.- (cronicasdelbosque@yahoo.com.mx)